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ODILO, el ‘Netflix’ de la educación que nació en Cartagena

Artículo publicado por LA VERDAD

Por: Fuensanta Carreres

Como muchas ideas de negocio exitosas, el esbozo de ODILO, el conocido como ‘Netflix’ de la educación y el aprendizaje, no comenzó a dibujarse en el despacho de una multinacional. «Surgió en una comida en casa, en Cartagena, con mi padre y mi hermano, en la que hablábamos del concepto de digitalizar una biblioteca para que los contenidos pudieran llegar a más gente». Rodrigo Rodríguez (Cartagena, 1983), ingeniero, trabajaba entonces, en 2012, en telecomunicaciones entre Madrid y Londres, y quería volver a Cartagena, «pero con mi trabajo era muy difícil; se cruzó esta idea y el empuje de mi hermano y nos lanzamos».

Del camino recorrido desde entonces dan cuenta las cifras de negocio incontestables que exhibe la plataforma de contenidos educativos: ODILO tiene hoy más de 170 millones de usuarios en 54 países, su biblioteca incluye más de tres millones de títulos en varios idiomas, 8.500 organizaciones trabajan con sus ecosistemas educativos y en 2022 cerraron la mayor ronda de financiación del sector de la tecnología educativa en la historia de España, por valor de 60 millones de euros. La plataforma funciona de manera similar a otras de contenidos musicales o audiovisuales como Spotify y Netflix: ofrece una amplia biblioteca de contenido a los usuarios, mayoritariamente colegios, universidades, instituciones… En lugar de series de televisión o música, la biblioteca de ODILO está integrada por recursos educativos, libros, audiolibros, vídeos y cursos. La plata forma permite a cualquier organización crear su propio «ecosistema de aprendizaje a la medida» y, lo que más enorgullece al CEO, que los usuarios alcancen el aprendizaje trazando su propio camino: «¿Realmente todos aprendemos de la misma forma? Para unos el camino es un juego, para otros un audiolibro… Los ecosistemas ofrecen diferentes opciones a la medida de la institución que los requiere».

El primer cliente, en Colorado 

Los inicios de ODILO se localizan lejos de España. Rodrigo Rodríguez y su hermano tuvieron que viajar hasta el estado americano de Colorado para cerrar su primer cliente, y sorprende que su plataforma, utilizada en centenares de colegios de medio mundo, no tenga presencia aún en los centros educativos murcianos. «Quizá lo más complicado fue tomar la decisión de emprender; lo hacíamos sin paracaídas, pero con una gran idea, y era un reto porque estábamos contentos en nuestros trabajos de aquella época. Teníamos que tomar una decisión, así que en principio salí yo de la compañía, que afortunadamente me daba opciones para poder regresar, mientras que mi hermano se quedó un tiempo más y así nos fuimos apoyando en los primeros años de incertidumbre, pero fue mi hermano quien tuvo el empuje y me fue convenciendo».

Los 170 millones de usuarios que aprenden con los contenidos de su plataforma permiten al CEO de ODILO acceder a datos y conclusiones de incalculable valor. La plataforma utiliza el aprendizaje automático para analizar los intereses y estilos de aprendizaje y el progreso de los usuarios, lo que facilita recomendarles contenidos adaptados. «Podemos medir las horas de aprendizaje invertidas en materias o temas concretos, el tipo de contenido consumido… Nos es posible detectar que un libro de lectura concreto provoca que los alumnos sigan leyendo otros títulos, y, en cambio, otro lo dejen a mitad en la mayoría de las ocasiones. Esos datos permiten la personalización total y constante del ecosistema a cada usuario», destaca Rodríguez, reconocido por la revista Forbes como una de las 100 personas más creativas en el mundo de los negocios, a quien le impulsa el objetivo de democratizar la educación y poner al servicio de más usuarios el acceso «a un aprendizaje ilimitado».

La multinacional no ha descuidado su adherencia con Cartagena, donde mantienen su sede principal en el polígono industrial Cabezo Beaza y patrocinan al equipo de baloncesto. Los planes de futuro van mucho más allá. «Mantenemos un vínculo personal muy intenso con Cartagena. Estamos planeando una fuerte inversión para poner en marcha una factoría de contenidos, y ojalá pudiéramos radicarla en la Región», avanza el CEO de ODILO, que planea crear un ‘hub’ de tecnología educativa en su tierra.

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